Una vez que aprendas cómo meditar, verás que puedes hacerlo en cualquier momento y lugar, logrando paz interior a pesar de lo que esté pasando a tu alrededor.
Notarás también que puedes controlar mejor tu forma de reaccionar ante las cosas a medida que te vuelves más consciente de tus pensamientos (por ejemplo, liberándote del enojo), que tu humor mejora y que tu salud está cada vez mejor.
Pero para eso primero tienes que aprender cómo meditar dominando tu mente y controlando tu respiración.
Y para ello necesitas tener en cuenta 7 pasos muy importantes:
1) Dedica tiempo a meditar.
¿Serías capaz de reservarte al menos 5 minutos de entre los 1440 que tiene el día?
Entonces tienes tiempo para meditar (lee nuestro artículo sobre cuándo y cómo meditar: mientras caminas, en la ducha o incluso en cinco minutos para personas ocupadas!).
Se recomienda meditar entre 15 y 30 minutos al día… Sí, ¡eso es todo!
Pero para empezar lo mejor es que empieces despacio: con cinco minutos basta, y con el paso de los días puedes ir aumentando el tiempo.
Resérvate el momento del día que prefieras para meditar.
Hay quién prefiere meditar nada más despertarse para dar enfoque a su día y tener energía desde bien temprano, y hay quien medita al final del día para aclarar su mente y alejar el estrés y el ajetreo de la rutina.
Lo cierto es que para empezar resulta más fácil meditar en la mañana, antes de que tu cuerpo se sienta cansado por el ajetreo diario y tu mente tenga más cosas en las que pensar.
2) Busca un ambiente tranquilo y relajado.
Es muy importante evitar todo aquello que pueda distraer tu atención, sobre todo si estás empezando.
Así que apaga la televisión, el teléfono o cualquier otro aparato que haga ruido y busca un lugar donde puedas estar tranquilo y relajado sin que nadie te interrumpa.
Puedes hacerlo en tu habitación, en el jardín, a la sombra de un árbol o en una playa tranquila… ¡Donde quieras!
Incluso puedes escuchar música para que te sea más fácil aprender cómo meditar.
3) Mantén una posición cómoda.
Una de las mejores opciones que que te sientes en el suelo; y si es incómodo, usa un cojín.
También puedes sentarte en una silla o estirarte, pero de ese modo es más fácil que te quedes dormido.
No tienes que asumir la posición de loto o semiloto (piernas cruzadas), ni otras posiciones incómodas.
Lo importante es que mantengas la espalda derecha y recta, ya que esto te ayudará después con la respiración.
Coloca las vértebras de tu columna de forma que descansen una sobre la otra y soporten todo el peso de tu torso, cuello y cabeza.
Si lo haces correctamente, no te costará ningún esfuerzo mantenerte erguido.
4) Relaja tus brazos y piernas.
No necesitas adoptar una posición especial en tus brazos y piernas, siempre y cuando estén relajados y no interfieran con el balance de tu torso.
Por ejemplo, puedes descansar las manos sobre tus caderas, pero al principio te puede resultar más fácil dejar que tus brazos cuelguen a los lados para que su peso te ayude a notar lo que no esté alineado.
5) Relaja todo tu cuerpo
Cierra los ojos y relajada tu cuerpo al completo.
Sigue buscando las partes de tu cuerpo que no están relajadas, y simplemente relájalas.
Lo ideal es que comiences por la cabeza: ojos, nariz, boca, cuello… y vayas bajando hasta llegar a los pies.
Puede que notes que no puedes relajar algunas partes de tu cuerpo a menos que ajustes tu postura para estar mejor alineado.
Eso ocurre normalmente con los músculos cercanos a tu columna vertebral.
Si notas que no estás derecho, enderézate.
6) Concentra tu atención en el ritmo de tu respiración
Con los ojos todavía cerrados escucha tu respiración, enfócate en ella, síguela… El objetivo es dejar que el ruido interior y el flujo de pensamientos desaparezcan poco a poco.
También puedes buscar un “ancla” para calmar tu mente. Aquí tienes algunas opciones:
- Cuenta. Sobre todo para los que están empezando, esta es una opción muy efectiva.
Se trata de que cuentes tus propias respiraciones: del 1 al 10 y, cuando termines, vuelve a comenzar con el uno.
A los principiantes les resulta más fácil contar sus respiraciones.
- Mantra. Puedes tratar de recitar un mantra (repetición de una palabra sagrada).
Lo mejor es usar una sola palabra como “ommm” pronunciada con un ritmo constante.
Puedes recitarla verbalmente o solo mentalmente.
- Visualiza. Para evitar que las imágenes sigan apareciendo en tus pensamientos, visualiza un sitio relajante. Puede ser real o imaginario.
Por ejemplo, imagina que estás en lo alto de una escalera que lleva a un sitio tranquilo.
Cuenta los pasos al bajar hasta que te sientas tranquilo y relajado.
- Música para tus oídos. Otra opción, sobre todo ideal para personas que están comenzando o para expertos que quieren ir un poco más allá en su meditación, es la música basada en sonidos binaurales.
Esta música tiene la capacidad de hacerte pasar de un estado despierto a otro meditativo (nivel Alfa) en cuestión de segundos, y además potencia los efectos de la meditación.
Omsica es un tipo de música basada en sonidos binaurales pero que va un poco más allá: se le han agregado latidos de corazón y respiraciones para que tu cuerpo y tu mente se adapten al ritmo de los sonidos y te resulte más sencillo meditar.
Hay un audio para cada necesidad: para cuando comienzas tu día y necesitas energía, cuando necesitas enfocarte en una tarea o tener nuevas ideas, para cuando quieres relajarte o antes de ir a dormir para alejar las preocupaciones y tener un sueño reparador.
7) Calla tu mente.
Cuando ya hayas entrenado tu mente a enfocarse en una sola cosa a la vez, el siguiente paso es no concentrarte en nada: básicamente, “vacía” tu mente.
Esto requiere una gran disciplina, pero es la culminación de la meditación (como te dijimos, los sonidos de Omsica pueden ayudarte a acelerar el proceso).
Si aparece algún pensamiento en tu mente, déjalo ir de la misma forma que ha llegado. Acéptalo y deja que se marche. Así con todos los que vengan. Finalmente, los pensamientos dejarán de aparecer cuando medites.
Como ves, todo el mundo puede aprender cómo meditar: simplemente es cuestión de conocer los pasos y aplicarlos poco a poco, sin prisa pero sin pausa.
Enseguida empezarás a notar los primeros beneficios. Recuerda que meditar tiene beneficios a corto plazo, pero otros aparecen cuando ya hay cierta constancia. ¿Qué te parecieron estos 7 pasos sobre cómo meditar? ¿Cuál es tu principal traba a la hora de practicar la meditación? Déjanos tus dudas y comentarios aquí abajo.
Y trata de poner en práctica cuanto antes estos 7 pasos para meditar… ¡Los resultados te sorprenderán!
Meditar por unos minutos al día puede ayudarte a reducir el estrés y además puede ampliar tu visión de la vida.
Existen tantos métodos de meditación como instructores en el mundo. Si lo que necesitas es un manual básico y universal, aquí hay un método para empezar. La verdad, la meditación puede llegar a ser el mejor amigo de uno porque nos ayuda a liberar todos los pensamientos malos que tiene la mente.
Popularmente se considera a la meditación como un componente de las religiones orientales. Si bien esto no es exacto, la meditación ha sido practicada durante más de 5000 años con propósitos intelectuales, religiosos o de salud.
Actualmente, al menos un estilo de meditación se ha probado efectivo para aumentar el cociente intelectual, mejorar la memoria e incluso cambiar partes del cerebro.